2 jul 2013

Tarta Alicia en el País de las Maravillas

Esta tarta si que fue especial, muy especial. Como las mejores tartas llevo pensando en ella meses, sabía que a Carla la iba a hacer una ilusión sin medida. Hace un mes temblé porque pensé que no iba a estar en plena forma para poder hacerla, pero por mi niña me curo de lo que sea...


    Lo primero fue ir modelando todos los elementos importantes, el sombrero del Sombrerero Loco, las tazas de té y la tetera del no-cumpleaños, la baraja de cartas de corazones, el letrero del bosque, el reloj del conejo blanco... Hacer los bizcochos también era fácil: de chocolate.






Lo difícil llego cuando, después de montarla, forrarla y pintarla, empezé a colocar el Gato de los Deseos ¡DABA MIEDO! Casi lloro, os lo prometo, no me gustaba nada de nada. Hasta que llegó la cumpleañera y me arregló la tarta con una sola frase y todo a medio montar: "¡Mamá me rechifla! Te quiero, te quiero, te quiero. Me has hecho la mejor tarta del mundo".  Después de esto nada podía salir mal,y es que mi hija tiene el poder de levantar los ánimos a cualquiera... Acabé de colocar todos los demás accesorios y poco a poco fue cogiendo forma y volumen. Y quedó esta preciosidad, hoy no importa lo que os parezca a vosotros, a mi hija le encantó y eso es lo único que cuenta.
 Los rellenos fueron dos clásicos de entre los clásicos, la de arriba una red velvet y la de abajo bizcocho de chocolate relleno de trufa con aroma de crema de whisky.

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